En las largas y solitarias horas de esta mi última enfermedad me imaginaba algunos días que veníais las dos, como tantas otras veces, y apoyadas en mis rodillas me pedíais que os contara un cuento; y para realizar en parte esta dulce ilusión os escribí entonces esta historia de Pelusa. Creo que esto será lo último que escriba; y no porque piense colgar mi pluma como el bueno de Cervantes, sino porque la enfermedad me la arrebató ya de las manos, y la muerte se encargará pronto de tirarla a la basura, que es el lugar más adecuado. Espero, sin embargo, que cuando las dos seáis unas viejecitas muy monas y leáis este cuento a vuestros nietos diréis [14] al terminarlo: ¡Pobre P. Coloma!… ¡Qué tonto era!… ¡Pero cuánto nos quería!.. Y rezaréis después un padrenuestro por mi alma.
Madrid, 2 Noviembre 1912.(...)\"","bookFormat":"EBook","publisher":{"@type":"Organization","name":""}}
Pelusa: cuento infantil
"A Pilarita Azlor Aragón y Guillamas y a Isabelita Silvia y Azlor Aragón
En las largas y solitarias horas de esta mi última enfermedad me imaginaba algunos días que veníais las dos, como tantas otras veces, y apoyadas en mis rodillas me pedíais que os contara un cuento; y para realizar en parte esta dulce ilusión os escribí entonces esta historia de Pelusa. Creo que esto será lo último que escriba; y no porque piense colgar mi pluma como el bueno de Cervantes, sino porque la enfermedad me la arrebató ya de las manos, y la muerte se encargará pronto de tirarla a la basura, que es el lugar más adecuado. Espero, sin embargo, que cuando las dos seáis unas viejecitas muy monas y leáis este cuento a vuestros nietos diréis [14] al terminarlo: ¡Pobre P. Coloma!… ¡Qué tonto era!… ¡Pero cuánto nos quería!.. Y rezaréis después un padrenuestro por mi alma.